La ciudad fue fundada el 1° de septiembre de 1874. Se destaca por su tranquilidad y sus playas, cuya extensión aproximada es de 20 km.
El balneario debería su nombre a que, antiguamente, el Cabo Santa María era una punta muy temida por los navegantes, y desde lejos debido a la cantidad de rocas y la espuma de las olas, parecía verse la silueta de una paloma.
El balneario consta del casco viejo, donde se encuentran las edificaciones residenciales más antiguas, cerca del Faro de La Paloma y frente a la Isla La Tuna, una pequeña isla cuya única vegetación era una tuna en el centro, aunque ahora hay un pino.
Alrededor del casco viejo se halla el nuevo centro de La Paloma, con construcciones más recientes que se extienden a lo largo de la avenida principal, la Avenida Solari. Las viviendas son de estilo alpino, de diseño francés, la mayoría destinadas a alquiler.
A mediados del siglo XX el balneario experimentó un ensanche, con proyecto a cargo de los arquitectos Carlos Gómez Gavazzo y Juan Antonio Scasso.
La Paloma tiene distintas playas de variadas características (con rocas, con olas, de aguas tranquilas, profundas, zonas de pesca). Algunas de ellas son La Aguada, Costa Azul, La Balconada, Anaconda y El Cabito.
En sus orígenes, La Paloma contaba con un puerto natural ubicado entre el Cabo de Santa María y las islas La Tuna y La Paloma.
Actualmente se ha construido un puerto artificial protegido por una escollera de 700 metros de longitud. El puerto en si se encuentra en la antigua Isla La Paloma transformada en península. El puerto sirve, fundamentalmente a embarcaciones pesqueras y deportivas.